¿Te has pasado de la raya? Bienvenido al día después.
Dejémoslo claro desde el principio: no hay cura para la resaca, salvo el tiempo. Si comienzas el año con un martillo pilón en la cabeza y la habitación te da vueltas por culpa de esas copas de más, puedes consolarte pensando que la humanidad experimenta este malestar desde hace miles de años:

“Si un hombre ha tomado un vino fuerte y su cabeza está afectada, se olvida de las palabras, su conversación es confusa y su mente divaga (…) toma regaliz, judías, adelfas con aceite y vino (…) por la mañana, antes de que salga y sol y de que nadie lo haya besado (…) y se recuperará”, dejó escrito un médico de la antigua Mesopotamia muchos siglos atrás. Los egipcios y los griegos usaban el repollo para prevenir y curar la resaca. Estos últimos también recomendaban canarios fritos para el día después, mientras que el poeta Horacio abogaba por las cebollas fritas y los caracoles de África.

Estos días ya no se llevan los caracoles pero continúan vendiéndose todo tipo de pócimas, por lo general tan efectivas como el tónico crecepelo. Desde el Alkolator, producto contra el cual la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte expresamente, hasta pastillas a base de extracto de alcachofa. Lo que funciona, ahora y siempre, es no pasarse de la raya. Beber lo más despacio posible y con moderación. En su defecto, he aquí algunas recomendaciones básicas:

Beber agua es, junto con dejar las llaves del coche en casa, seguramente el mejor consejo para antes, durante y después de la borrachera. El alcohol es diurético. Cuando lo consumimos orinamos y nos deshidratamos más. Beber agua por la mañana e intercalar un vaso entre copa y copa tiende a compensar esta deshidratación. El agua, por otra parte, diluye las sustancias congéneres que se producen en la fermentación y que contribuyen a que se agraven los síntomas de la resaca. Cuanto más simple sea la bebida, menos resaca produce. El vodka, que es prácticamente alcohol y agua, deja menos resaca que licores como el ron o el coñac.

Comer algo graso antes de beber alcohol (algo que en estas fiestas suele hacerse de todas maneras) siempre es una buena idea, ya que de esta forma al alcohol le llevará más tiempo ser absorbido por el cuerpo. Por otra parte, casi cualquier comida, sin forzar, ayudará a aliviar la resaca el día después. Alimentos apropiados para el menú de Año Nuevo de todos aquellos que se excedieron en Nochevieja son los huevos por su alto contenido en cisteína, un antídoto contra los subproductos de la digestión del alcohol, como el acetaldehído, que son muy tóxicos; los pro-bióticos como el kéfir o el yogurt; el jengibre fresco, apropiado para las náuseas (puedes prepararlo en infusiones o chupar caramelos) o la fruta, en particular plátanos o albaricoques deshidratados para subir el nivel de glucosa. El zumo de tomate es una buena elección, por su alta cantidad en antioxidantes, entre otras cosas. Si estás por lo exótico, opta por el agua de coco.

Café, ¿sí o no? Aunque el café puede contribuir a que te deshidrates todavía más, ya que es un diurético, seguramente este no es el día para prescindir de él completamente. La recomendación es, por tanto, consumirlo con gran moderación.

El mito de la vitamina B. Los productos para acabar con la resaca basan sus propiedades en vitaminas del grupo B, pero no hay pruebas de que estas vitaminas ayuden a disminuir la tasa de alcohol en la sangre, o a pasar mejor la resaca.

Medicamentos. Hay que evitar cualquier medicamento para la resaca que contenga paracetamol (como Tylenol), dado que puede causar daño hepático cuando se combina con alcohol.

Lo que no funciona: beber más alcohol. Justo al contrario. Aunque una copa al día siguiente puede aliviar momentáneamente la resaca, los síntomas volverán de nuevo, y a la larga esta técnica puede conducir al alcoholismo. Un poco de ejercicio y aire fresco funcionarán mejor y te ayudarán a dar en buena forma la bienvenida al año.